NOMBRE(S) LOCAL(ES): Huairavo, bruja, huadra, bauda. DISTRIBUCIÓN EN CHILE: HABITAT: DESCRIPCIÓN: Inmaduros: De color pardo, con lineas longitudinales blancas. Hace ya 3 años, vi una pareja de huairavos en el techo de la universidad de Arturo Pratt. En ese instante si bien les puse atención a los huairavos, mi ojos estaban totalmente dirigidos a una bella dama, que me había flechado hace unas horas de antelación. En ese instante ella me comento sobre de la vida de los huairavos y de sus costumbre, cosa que la verdad me pareció bastante entretenida y simpática. De ahí comenzó una linda historia que recuerdo muchas veces aunque otras no tanto. Esa noche fue sin duda mágica, a un nivel que no lo puedo explicar con cabalidad, pero me sentí literalmente en una nube, como si todo lo que paso, fuese un sueño y algo impropio de mi, pero sin duda bello y hermoso. Hoy limpiando mi mail de muchas cosas que tenia, vi las fotos que se sacaron en esa ocasión y recordé una frase de una película que decia "cuando las cosas van a terminar por lo general miras el principio". La verdad me percate de que he borrado muchas cosas de mi vida en este ultimo tiempo, pero me dije que veria las cosas con otros ojos y tomare los recuerdos lindos que tuve y aprenderé de los malos. Básicamente no borre las fotos y seguí adelante, solo segui con jubilo cada imagen con mis ojos, pero no pensé mas que en ese momento y por primera vez en mucho tiempo no me pregunte el que hubiese pasado si...., ya que aprendi recientemente por un libro que el tiempo, es tiempo solidificado y no hay forma de retomar el pasado y cambiarlo a mi antojo (dejare una parte del libro para que me entiendan mejor, al final del post) por lo que es inútil pensar en posibles finales a situaciones, mejor vivir el final que se obtuvo y ver la vida de la forma que es, ÚNICA. Por lo menos aprendí algo importante esta vez. Concluyendo estos años de vida, si bien no fueron los mas acogedores, fueron muy felices y tengo que agradecer a eso a todas las personas que lo hicieron posible, en especial a ti Huairaba, que a pesar de todas las cosas que nos hicimos, fue un placer tenerte en mi vida y disfrute mucho los instante que estuve contigo, y sobre todo aprendí miles de cosas que jamas se me olvidaran. De esta forma pon el fin de un punto, no de una forma absolutista, mas bien de una forma propia y netamente en una sección de mi vida, para seguir disfrutando de la vida de la misma forma que lo he hecho con antelación y en mis momentos mas angustiantes como en los mas alegres, todo esto al darme cuenta de que las cosas siempre estarán junto a mi, por lo que las abrazare con jubilo y admiración. Gracias Huairaba, hasta siempre! El libro se llama “El Vendedor mas grande del mundo” El pergamino número cinco Viviré este día como si fuese el último día de mi vida. ¿Y qué haré con este último día de valor incalculable que me queda? Primero, sellaré el contenido de la vida de manera que ni una gota se derrame sobre la arena. No perderé ni un momento siquiera en lamentarme por las desgracias del ayer, las derrotas del ayer, los sufrimientos del ayer, porque ¿por qué debo desperdiciar lo que es bueno en lo malo? ¿Puede la arena deslizarse hacia arriba en el reloj? ¿Saldrá el sol donde se pone y se pondrá donde sale? ¿Puedo vivir de nuevo los errores del ayer y corregirlos? ¿Puedo hacer que retornen las heridas del ayer y sanarlas? ¿Puedo volverme más joven que ayer? ¿Puedo desdecirme del mal que he hablado, anular los golpes que he asestado, el dolor que he provocado? No, el ayer ha quedado sepultado para siempre y no pensaré más en él. Viviré hoy como si fuera el último día de mi existencia. ¿Y qué haré entonces? Olvidándome del ayer, no pensaré tampoco en el mañana. ¿Porqué arrojaré el ahora detrás del quizá? ¿Puede la arena del mañana correr por el reloj antes que la de hoy? ¿Nacerá el sol dos veces esta mañana? Este día es todo lo que tengo, y estas horas son ahora mi eternidad. Saludo este amanecer con exclamaciones de gozo, como un preso a quien se le conmuta la sentencia de muerte. Elevo mis brazos con agradecimiento por este don inapreciable de un nuevo día. Así también me golpearé el pecho con gratitud al considerar a todos los que saludaron la salida del sol del ayer y que hoy no figuran entre los vivos. Soy en realidad un hombre afortunado, y las horas de hoy Viviré este día como si fuese el último de mi existencia. Tengo tan sólo una vida, y la vida nada es sino una medida del tiempo. Cuando malgasto una destruyo al otro. Si malgasto el hoy destruyo la última página de mi vida. Por lo tanto, trataré con ternura y afecto cada hora, porque no retornará jamás. No puede conservarse hoy para ser usado mañana, ¿quién puede atrapar al viento? Asiré con ambas manos cada minuto de este día y lo acariciaré con afecto puesto que su valor es incalculable. ¿Qué hombre moribundo puede comprar el hálito de otro aunque esté dispuesto a dar por él todo su oro? ¿Qué valor asignaré a las horas que me quedan? Las consideraré inapreciables. Viviré este día como si fuese el último de mi existencia. Eludiré con ahínco a todo aquello que mata el tiempo. A la indecisión destruiré con la acción; sepultaré las dudas bajo la fe; el temor destruiré con la confianza. No escucharé a los labios ociosos; no me quedaré donde hay manos ociosas; a personas ociosas no visitaré. De aquí en adelante sabré que el cortejar la ociosidad equivale a robar alimentos, ropas y calor de aquellos a quienes amamos. No soy ladrón. Soy un hombre que siente cariño en su corazón y hoy es mi última oportunidad de demostrar mi cariño y mi grandeza. Viviré este día como si fuese el último de mi existencia. Los deberes de hoy cumpliré hoy. Hoy acariciare a mis hijos mientras son niños aun; mañana se habrán ido, y yo también. Hoy abrazaré a mi mujer y la besaré dulcemente; mañana ya no estará ni yo tampoco; hoy le prestaré ayuda al amigo necesitado; mañana ya no clamará pidiendo ayuda, ni tampoco yo podré oír su clamor. Hoy me sacrificaré y me consagraré al trabajo; mañana no tendré nada que dar, y no habrá nada que recibir. Viviré este día como si fuese el último de mi existencia. Y si es mi último día, será mi monumento más grande. Este día haré el mejor de mi vida. Este día aprovecharé los minutos hasta su máximo. Lo saboreare y daré gracias. Aprovecharé todas las horas y a los minutos canjearé solamente por algo de valor. Trabajaré con más ahínco que nunca y exigiré a mis músculos hasta que pidan el alivio, y aún así continuaré. Haré más visitas que nunca. Venderé más mercancías que nunca. Ganaré más oro que nunca. Cada Viviré este día como si fuese el último de mi existencia. Y si no lo es, caeré de rodillas y daré gracias. PD: Gracias también a una amiga que no veía hace mucho tiempo, en hacerme pensar sobre mi ultimo proceso, besos para ella! |
miércoles, 9 de marzo de 2011
Cuando las cosas terminan, por lo general, ves el principio (Cocluyendo)
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