La justicia por parte de los ricos.

Extracto de confieso que he vivido. Pablo Neruda.

Yo había sido en Temuco el corresponsal de la revista Claridad, órgano de la Federación de Estudiantes, y vendía 20 o 30 ejemplares entre mis compañeros de liceo. Las noticias que el año de 1920 nos llegaron a Temuco marcaron a mi generación con cicatrices sangrientas. La «juventud dorada», hija de la oligarquía, había asaltado y destruido el local de la Federación de Estudiantes. La justicia, que desde la colonia hasta el presente ha estado al servicio de los ricos, no encarceló a los asaltantes sino a los asaltados. Domingo Gómez Rojas, joven esperanza de la poesía chilena, enloqueció y murió torturado en un calabozo. La repercusión de este crimen, dentro de las circunstancias nacionales de un pequeño país, fue tan profunda y vasta como habría de ser el asesinato en Granada de Federico García Lorca.

Destino

Nunca he creído en el destino como un prefijo a nuestros eventos, siempre he pensado que nuestras decisiones y sus consecuencias son las matrices de de nuestro recorrido en la vida.

Por eso hoy espero que esta matriz, vaya cobrando color, forma, consistencia y sabor, para que la vida sea dulce y entretenida con las personas que más amó.

Los Mapuches, según Neruda.

El abogado se hizo también especialista en el despojo de sus campos, el juez los condenó cuando protestaron, el sacerdote los amenazó con el fuego eterno. Y, por fin, el aguardiente consumó el aniquilamiento de una raza soberbia cuyas proezas, valentía y belleza, dejó grabadas en estrofas de hierro y de jaspe don Alonso de Ercilla en su Araucana.

Viajando nuevamente.

Cuantas vueltas al mundo tendré en mi bitácora? Serán dos, será 1 o quizás Ninguna. Muchos chiles he recorrido, de eso estoy seguro, pero hoy más que nunca he encontrado algo que mi alma necesita y  por eso quiere parar.